LO QUE HAY QUE SABER SOBRE: EL PEELING
La renovación celular de nuestra piel comienza a ser más lenta a partir de los treinta años. A esto debemos sumarle el estrés, la contaminación y la exposición solar que sufre la piel. Es por esto que, los tratamientos para renovar y mejorar la apariencia y calidad de la piel son muy importantes.
Hoy les presentaremos una herramienta para combatir el envejecimiento cutáneo y un nuevo método de rejuvenecimiento: el Peeling. Es un procedimiento que actúa exfoliando las células muertas de la piel y dejando al descubierto las nuevas, que constituyen la capa fresca que se encuentra debajo de la piel envejecida.
Este tipo de práctica es efectiva para combatir efectos a largo plazo y su uso se extiende a otros fines correctivos: disminución de las líneas de expresión, de arrugas, cicatrices de acné, manchas de diferentes tipos y orígenes, etc.
Existen dos tipos de Peeling:
Peeling químico: se aplican diferentes ácidos que producen una exfoliación en las capas superficiales de la piel, estimulando el recambio celular y la remodelación de fibras elásticas y colágenas de la dermis.
Peeling mecánico o microdermoabrasión con punta de diamante: consiste en el pulido de la piel. Es un Peeling no invasivo, muy superficial que produce una descamación fina e imperceptible y puede combinarse con el químico, de esta manera se logra potenciar el efecto renovador. Se realiza una sesión cada 15 días, es absolutamente indoloro y da resultados inmediatos.
El Peeling químico produce un daño colateral, controlado, en la piel, ya que luego de su realización se genera un estrés térmico caracterizado por causar enrojecimiento y vasodilatación. Por un tiempo, la piel se presentará sensible al sol, por lo que hay que evitar la exposición.
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